Lo que crees, eso eres.

¿Qué puede limitar a Dios en nuestras vidas?

Una de las cosas que puede limitar a Dios son nuestras creencias equivocadas.

Empecemos con el asunto de creer que todo lo que sucede es la voluntad de Dios. Cuando el hombre no encuentra una razón válida para justificar ciertos fracasos en su vida, tiende, en su incomprensión de los hechos, a adjudicarle la culpa a Dios. Y, aunque no es algo generalizado, si es un pensamiento bastante frecuente.

Adoptamos la teología fantástica que sugiere que todo lo que sucede de alguna u otra manera debe ser el plan o propósito de Dios para nuestras vidas. Cuando de hecho, la mayoría de las consecuencias que afrontamos son provocadas por decisiones equivocadas (libre albedrío), decisiones que no fueron filtradas a través de criterios espirituales bien definidos.

Así es que, si nuestros matrimonios fracasan; pensamos que quizá es la manera de Dios para doblegarnos y llenarnos de humildad. Si nuestro negocio fracasa; lo aceptamos como si fuera la voluntad de Dios para nuestras vidas. En su incomprensión de entender por qué pasan las cosas, el hombre, a lo largo de los siglos, siempre ha tendido a buscar una causa sobrenatural.

Pero nuestro problema no es lo económico, ni lo social, ni lo cultural, ni lo político. Nuestro problema es la manera como pensamos y como creemos.

Proverbios 23:7(clic) nos dice que como un hombre piensa en su corazón, así es él.

¡Oye tú! Soy lo que tu crees

´LA MENTE DE CRISTO CONTIENE LA MEMORIA ETERNA DE DIOS´

Nuestras vidas van en dirección de nuestros pensamientos. Por eso es por lo que la Palabra nos insiste en renovar nuestros pensamientos a través de la revelación que el Espíritu de Dios nos da de su palabra. Entendiendo por su palabra; la misma vida de Cristo que nos habita y la palabra escrita. Nuestra mente, conformada a la mente de Cristo, nos libera de pensamientos y creencias equivocadas Romanos 12:2. Como hijos de Dios se nos ha dado la mente de Cristo, que contiene la memoria eterna de Dios, lo cual quiere tomar su lugar en nuestra mente natural 1 Corintios 2:16.

Debemos pedirle al Espíritu de Dios nos ayude a identificar lo que nos ha limitado a causa de nuestros pensamientos erróneos, es decir, toda mentira y engaño que se levanta en contra de lo que Dios dice que somos en Cristo Efesios 1:1.8.

Todos tenemos algo que Dios quiere realizar a través nuestro, pero la mayoría lo ignora y termina creyendo la mentira de que no tienen un propósito en la vida, y sin un propósito, no hay un final cierto. Pero Dios ha hablado, ¡ha dicho otra cosa! Jeremías 29:11.

Cuando recibimos la vida de Dios por la fe en la obra de la cruz, tenemos un nacimiento nuevo que se da en nuestro espíritu (porqué Dios habla a nuestro espíritu). Ahí, Él, a través de la vida espiritual que nos ha sido concedida nos dará a conocer sus pensamientos, su propósito para nuestras vidas y la asignación que nos ha dado para llevarlo a cabo. Debemos valorar y entender con la ayuda del Espíritu la importancia de la mente de Cristo en nosotros y de esta vida espiritual que nos ha sido dada, porque esto determinará que podamos avanzar en el propósito eterno de Dios para nuestras vidas.

Esto debe ser motivo en nuestra vida de alegría y emoción, sentir entusiasmo por lo que viene y por lo que Dios está haciendo. Debería ser punto de reflexión no experimentar cierto nivel de gozo, porque quizá estamos pasando por alto a Dios y estemos limitando lo que Él quiere hacer en nuestra vida.

	¿Hasta dónde llegar?	

Hasta llegar al final de la carrera, para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús Filipenses 3:14.

Que Cristo se vuelva la expresión de nuestros pensamientos, emociones, acciones y dichos. Para qué nuestras vidas reflejen lo que leímos en Proverbios 23:7.

´CUAL ES SU PENSAMIENTO, TAL ES ÉL´

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         Mario Alesri/Fuente parcial Manantial de Vida Cuernavaca (MVD)